viernes, 25 de febrero de 2011

El decaimiento de la tarde gris

Nublado,
llueve espeso mientras las hojas saludan
a un viejo que se le dobla el paraguas
mientras lucha contra la tempestad.
A las gotas que se le clavan en los ojos las mira
pero no las ve.
El paso es entrecortado,
como el viento al detenerlo
cada vez que vuelve a comenzar.
El almacén esta lejos,
cuatro cuadras y media,
y el ronroneo de los intersticios
busca socavar sus orígenes.
Un paso chanfleado
continúa a otro no menos enclenque.
“la vida nos enseña a esperar”
piensa mirando nada.

2 comentarios:

  1. Aguante la poesía de Don fernando!
    Eso sí, subí los textos de a poco porque nos vamos a marear. Sé paciente, ja.
    Un abrazo.

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  2. Por medio de esta poesía se puede sentir el viento soplar, la lluvia al caer y el frío en el cuerpo y derrepente ...... la nada.

    muy buena , excelente poesía para pintar al oleo.

    Pablo

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